
De manera silenciosa, la violencia penetra en los hogares parta después extenderse en las calles, escuelas, centros de trabajo y otros sitios de convivencia social. Se instala como un cáncer que destruye la intimidad y el potencial humano generando en sus victimas un estado agónico permanente, produciendo sujetos sin aspiraciones trascendentes, sin espíritu de productividad y creatividad; en pocas palabras, muertos en vida.
La violencia domestica no es algo que afecte solo a unas familias, se sabe poco porque es algo de lo que se prefiere no hablar. La violencia intrafamiliar se presenta en forma cíclica y progresiva. Para las victimas de la violencia el miedo es lo cotidiano y va más allá de los golpes e insulto. Tienen miedo de hablar y de hacer algo que desate una agresión peor; pierden su identidad y la vida girar alrededor de su victimario quien representa una amenaza constante en su existencia. Donde hay violencia siempre existen lesiones aunque no siempre sean evidentes. Invariablemente habrá un individuo tratando de someter y controlar la voluntad de otro hasta que la nulifica y para lograrlo utiliza cualquier tipo de violencia
La violencia domestica no es algo que afecte solo a unas familias, se sabe poco porque es algo de lo que se prefiere no hablar. La violencia intrafamiliar se presenta en forma cíclica y progresiva. Para las victimas de la violencia el miedo es lo cotidiano y va más allá de los golpes e insulto. Tienen miedo de hablar y de hacer algo que desate una agresión peor; pierden su identidad y la vida girar alrededor de su victimario quien representa una amenaza constante en su existencia. Donde hay violencia siempre existen lesiones aunque no siempre sean evidentes. Invariablemente habrá un individuo tratando de someter y controlar la voluntad de otro hasta que la nulifica y para lograrlo utiliza cualquier tipo de violencia
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